Junto con el yuan chino, la moneda privilegiada en cuanto a la confianza de los inversores, también la mayor parte de las divisas asiáticas se muestran como una atractiva alternativa, especialmente frente al dólar estadounidense. Los inversionistas creen que la segunda economía más fuerte del mundo ha ha tocado fondo.
El interés por el yuan chino y otras principales monedas asiáticas se ve motivado por los resultados que la economía de China arrojó en el segundo trimestre del año y que son, con el incremento global en 3,2 por ciento, mejores de lo esperado. Asimismo el balance del comercio exterior chino indica que la segunda econmía más fuerte del mundo seguirá creciendo también en lo que resta de este año, beneficiada entre otros por el fuerte impulso fiscal por parte del Gobierno.
El segundo factor del creciente interés por el yuan chino está relacionado con los alentadores informes sobre el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus. Un posible progreso en la búsqueda la cura contra Covid-19 significaría un enorme impulso a la recuperación de la economía global. La actual incertidumbre y el riesgo del rebrote de la pandemia asfixia todas las esperanzas para una pronta reactivación económica. No obstante, los inversores sienten que Asia es la región donde la recuperación podría ser rápida y sostenida.
No en último lugar, el yuan se ve beneficiado también por el diferencial de tipos de interés positivo de China en comparación con los demás grandes centros económicos.
